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L O S J U E G O S D E M I N I Ñ E Z
Los pelotazos era cosa sencilla. lanzaban las monedas de uno que tocar con la palma de la
Consistía en lanzar una pelota, en uno. Si tu moneda quedaba mano a los otros, y éstos nada
en mis días eran marca “gorila” próxima a la de otro u otros, más ser tocados, tenían que
de goma dura, que cuando te podían pasar varias cosas: permanecer en el sitio con los
daban un pelotazo se te queda- Si tocaba a otra y no se alejaba brazos en cruz. Si uno de los que
ba marcado el anagrama y el más de un palmo, el precio a quedaban libres tocaba a uno de
gorila a modo de sello en nues- pagar era el doble. Si tu mone- os prisioneros, burlando la defen- RAFAEL
tras jóvenes y delicadas pieles. da quedaba tan próxima a otra sa de los guardianes, éste queda- RODDRÍGUEZ
El que pillaba la pelota, la lanza- que pudieras tocar ambas con ba liberado también. Así hasta ALONSO
(ACTOR)
ba lo más rápido y fuerte posible un palmo, éstos también paga- que se lograba poner en cruz a
al que pillara más a mano, era ban un registro o dos según todos.
cuestión de puntería .Ya en mis convenio. Como el lector se habrá dado
tiempos se había alcanzado un cuenta ya, los juegos eran diná-
alto grado de civilización y se Los registros era la moneda de micos y comunitarios, y no era
habían dejado de usar las anti- curso entre la chavalería de fácil encontrar a ningún niño en
guas pelotas del frontón, evitan- aquel entonces, consistente en casa, la calle era nuestro sitio
do así bajas de gravedad. la cara con imagen de las cajas
de cerillas utilizadas en esos natural, no aconteciendo nada
en ella que escapara a nuestro
tiempos. Con ellas se hacían
El juego del cinto también era las transacciones comerciales y control.
cosa simple; uno escondía el se pagaban agravios y servicios La narración de más juegos sería Los juegos eran
cinto y los demás lo buscaban, entre los escolares de la época. harto larga si nos entretuviéra- dinámicos y
el que lo encontrara se liaba a Y no os extrañéis, era moneda mos en pormenores, y queden
cintazos con los demás hasta convertible en reales o pesetas. pues los narrados, como muestra comunitarios, y no
que quedaba la plaza vacía. Se del cómo se jugaba en esa épo- era fácil encontrar
decretaba tregua y el que tenía ca.
el cinto en la mano lo escondía El palmo básicamente era lo “Lo mismito que la tablet de los a ningún niño en
de nuevo y vuelta a empezar. mismo, con la particularidad de zagales de hoy.” casa, la calle era
que no era necesario hacer
No todos los juegos eran de rebotar la moneda contra la nuestro sitio
tanta risa, los había de habili- piedra, pero se necesitaba más natural.
dad, como la cuarta o el palmo.
espacio. Todos lanzaban desde
el mismo punto.
La cuarta, llamado así por la
forma de medir, consistente en La baca plantada, este juego
un palmo o cuarta que decimos solía tener éxito los días y las
por aquí. Todos estábamos pro- noches de primavera o verano.
vistos de monedas antiguas del Lo primero era señalar los que
tiempo de la primera república, “se quedaban” en una propor-
los dos Alfonsos o Isabel II.
ción más o menos de tres a
El juego consistía en hacer rebo- uno, con el clásico procedimien-
tar una de estas monedas con- to de una, dole, tele, catole,
tra una piedra apropiada incrus- quile, quilete, estaba la reina
tada en la pared, a una altura en su taburete, vino Juan, rom-
de entre cincuenta centímetros pió el barril, barril, barrilón,
y el metro. Se lanzaban las mo- guardia y ladrón. Lo importante
nedas dando primero en la en este juego era la agilidad;
piedra y haciéndola rebotar. Se los que se quedaban tenían
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